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martes, 13 de abril de 2010

CHEQUENDENGUE

Mi amado Pascal,

Aquí tienes a tu madre, a un mes y días del gran sismo que asoló nuestro país, con unas cuantas replicas que aquí en Santiago se sienten levemente, pero que al sur como en Santa Cruz o en Constitución llegan casi a los cinco grados…

Tu hermana Martina -con esa juventud de la que ni se entera, como si fuera lo más natural del mundo- se ríe de mí (¡era que no!) y con su risa, me refresca. A todo pulmón anda cantándome en la oreja a un tal Pachito Alonso:

Dicen que tú estás,
chequendengue, chequendengue
Dicen que tu estás chequendengue
que no sirves pa` na
En la vida siempre pasan
cosas que uno no se espera
por eso yo ayudo a cualquiera
sin mirar sexo ni raza


Yo, como todos, intentamos retomar nuestras vidas aún cuando todavía tengo la sensación de caminar en una cuna. Creo que es tiempo de enfrentar estas díscolas placas mirando lo bueno, noble y heroico y también lo tragicómico que nos ha tocado vivir.

¿Recuerdas a Victor, el hijo del pescador que se hizo conocido como el “zafrada”? Bueno, te contaré que ese niño, con toda su inocencia y fortaleza, me sacó las telarañas del cerebro. Opté por dejar el miedo en el closet. Claro, aun siento temor, pero el temor es razonable (a pesar de que la replica de ayer, a las 11:30, me dejó el corazón en la oreja!) Así y todo hijo, tu madre se afana para no hacerse acreedora de la “gallina purpura”!! y en ese esfuerzo, recordé un cuentito a propósito del miedo. Dice así:

La Peste se dirigía a Damasco y pasó velozmente junto a la tienda de un jefe de caravanas.
- ¿A dónde vas tan deprisa?- preguntó el jefe de caravanas.
- A Damasco. Pienso tomar mil vidas –respondió La Peste.

De regreso de Damasco, La Peste pasó de nuevo junto a la tienda y el jefe de caravanas dijo:
- Has tomado cincuenta mil vidas y no mil, como habías dicho.
- No, respondió La Peste. Yo sólo tomé mil vidas. El resto, se las ha llevado El Miedo…


¿No es un cuento precioso? Uno tiende a olvidar que los cuentos como estos, creados por seres, separados por siglos algunos, separados por distancias, culturas, idiomas, traspasan todas las fronteras y nos ayudan a comprender ciertas cosas que nos parecen inexplicables. Viajando por épocas y tiempos, estos cuentos llegan a uno para dar consuelo, tender una mano diciendo “se puede”, “no estás solo”…

Escuchar o leer cuentos (no importa la edad que tengamos) evoca en nuestra psiquis un subtexto más profundo, que viene del inconciente colectivo, desde la primera hoguera que prendió el hombre que seguramente también luchaba en una naturaleza grandiosa y muchas veces cruel. Alrededor del fuego, los hombres oían los cuentos sintiendo cómo se renovaban sus fuerzas y, al mismo tiempo, domaban el miedo, para enfrentar los retos del día a día. Los fantasmas se debilitan cuando podemos nombrarlos. Y no tengo la menor duda de que terminan convertidos en piltrafas, si podemos reírnos de ellos.

Sí, hijo mío, no me cansaré nunca de insistir en la importancia del humor. Cada vez que se está en una situación de angustia o viviendo la peor emoción de todas, la impotencia, recuerda a Izume, la diosa japonesa de la alegría, cuya risa y humor devolvió la luz y el calor al mundo (yo, con todo lo vivido, tengo a Izume vuelta mono!)

A propósito de esto, me imagino que viste algo del traspaso de mando Bachelet-Piñera. Creo que es el traspaso más exótico que me ha tocado ver. Y en Valparaíso además, con alerta de tsunami! La frasecita aquella de nuestro himno “ese mar que tranquilo te baña…” te aseguro que no se cantará igual nunca más. Agrega una “réplica” de 6.9 Richter! Los rostros de algunos mandatarios invitados eran un poema!!! A Lugo no se le movía un músculo. El príncipe Felipe de Asturias, larguirucho él, nervioso pero digno debe haber terminado con una tortícolis de marca mayor mirando todo el rato las lámparas del congreso en su amenazante baile. Cristina Fernández salió disparada y nunca más se supo. Evo Morales, como una tortuguita sabia, apenas se movió de su asiento. Álvaro Uribe francamente aterrado: estuvo toda la ceremonia sentado en media nalga! ¡Qué risa, Dios mío! No puedes negar que el traspaso fue original!

A la vuelta de tanta cosa, debo admitir que tu hermana tenía razón: sin proponérmelo se me ha pegado el estribillo de la cancioncita y aunque suene ridículo, me ha hecho bien.

Lo que no sirve,
lo echas tú pa´la derecha
¿Y la mala hierba?
pa´la izquierda
Y toda la maldá ¿pa´donde?
Pa´atrás,
Pa´atrás,
Pa´atrás.


Te amo profundamente. Que las fuerzas del tigre te acompañen

Mamá

8 comentarios:

  1. Bello!!!!! Y para nosotras las viciosas de esa música, definitivamente tiene otro sabor.

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  2. ¡Ay, bruja querida! ¡Pucha que hacen bien tus palabras!

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  3. Che Rebe:
    Tendrás que tararearme el Che y algo, que no le conozco, y pareciera ser que es re bueno. Al menos es lo que vos contás.
    Pero, quizás te pueda ver. Sabés Rebe, es grande la nostalgia y se te extraña, como en los viejos tiempos en LS, charlándonos un café au lait, o arrancando por las calles del viejo barrio latino,así que estoy empezando a ver si el que viaja soy Yo.
    Un beso
    Rubén

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  4. Que bueno!!! Tienes toda la razon hay que poner un poquito de humor y mira quien te lo dice....
    Besos

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  5. Querida Tesla!!! te escribo despues de mucho tiempo, talvez no me recuerdes soy Pola, fui junto a mi Claus a leerme las cartas, juntos!!! Espero que estes de maravilla!
    estamos embarazados como nos dijiste felices y surgiendo lentamente!!! te dejo mi link para que veas mis pinturas, y espero te acuerdes de orientarme en buena literatura budista.
    Un abrazo gigante para tí
    Pola Zamor

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  6. Hola....que rico es escucharte y leerte....me traes la paz que necesito en estos momentos....como bien dice en una parte de la carta que se intenta retomar nuestras vidas aún cuando todavía tienes la sensación de caminar en una cuna. y que crees que es tiempo de enfrentar estas díscolas placas mirando lo bueno, noble y heroico y también lo tragicómico que nos ha tocado vivir......
    Me ha sido tan difícil enfrentar mi nueva vida, si bien es cierto que no me ha tocado vivir la desgracia en carne propia de esta terrible tragedia del terremoto....ya sabes que estoy viviendo mi propia tragedia o mi propio terremoto, y a veces siento que se me acaban las fuerzas, a pesar de todo lo que me has dicho, me cuesta tal vez por un tema de personalidad....por estos días estoy trabajando como "una hormiguita" como me dijiste...pero son tantas las cosas que tengo en mi mente que estoy a punto de tirar la esponja como se dice.
    me cuesta mucho ver lo bueno, y noble....
    Ojalá publiques algo pronto....me ayuda mucho...

    Como siempre te recuerdo con mucho cariño.
    Carola "la vieja chica"

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  7. Sebastardo Piraña9 de junio de 2010, 10:18

    No sé cuándo leerás estas palabras, entre nietos, pieles-hij@s, cartas y muchedumbre...

    Aquel miércoles te llamé, sólo para escucharte y decirnos que tenemos ganas de vernos, aunque cueste...¡Ay! el tiempo, que a veces duele...

    "Si uno se hace el tiempo po´h", he escuchado decir por ahí. Receta que aún no encuetro. "Hacer el tiempo"¿?, que no debe ser lo mismo que "hacer tiempo" o demorar...creo que de eso conozco...

    El miércoles sonabas con más ánimo, con más alternativas para vernos. Y yo sólo con mi necesidad de encuentro.

    No recordé tu aniversario, hasta una llamada. Serán tus dioses (siempre me ha gustado el plural) o mi "ateísmo-astrológico" con sabor a fortuna y telepatía...

    GRACIAS por estar y por seguir...

    FELIZ ANIVERSARIO VITAL ATRASADO

    TE re-QUIERO...

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  8. Che Rebe:
    Como que el Chequendegue te tragó la vida.
    Que hacés?
    Escribí.
    Un besote
    Rubén

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