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viernes, 15 de enero de 2010

Nada como irse a la punta del cerro

Mi querida Ofelia,

Aquí estoy, a las 11 de la noche, cansada como perro y de ánimo absolutamente telúrico (como ves, sigo inventando palabras y combinaciones inverosímiles) después de un día colmado de emociones, añoranzas y visiones espectaculares.

Como bien sabes, desde que pude caminar los espacios se me hacen pequeños, así es que sin pensarlo dos veces, hoy agarré a mi gran compañero de aventuras, alias “Avispón Negro”. Sí, todavía existe! Tengo mi Honda negro del 96 pero que se comporta como uno del 2012!

Me fui al Cajón del Maipo. Necesitaba ver ese desnudo lujurioso que nos regala la cordillera cuando se despoja de sus blancas vestiduras y colma el río de vida, color y sonidos de extraña música y miles de bichitos danzan como locos. Era como una gran fiesta. Además, como a mí no me pica ningún bicho…(¿te acuerdas que tú misma decías que a veces yo puedo ser tan amarga, que conmigo los zancudos hacen arcadas?!)

Fueron horas deliciosas hasta que, claro, empezó a llegar el “pópulo”, que con esa sensibilidad exquisita que los caracteriza, llenaron el silencio al compás del regueton! Después de diez minutos de intentar conciliar ese espectáculo de jugos, sudores, humores y sabores cantados –o, mejor dicho, aullados- por un señor en pleno orgasmo, emprendí una estratégica retirada y, optimista como siempre, decidí subir un poco la montaña en mi super bólido buscando el anhelado silencio.

Y lo logré, amiga mía: por dos horas conseguí alejarme del ajetreo diario de nuestra citadina vida. La generosa montaña fue descarada en sus juegos con el sol, maquillada con todos los tonos de azul, rojo, ocres y sombras grandiosas. Multitud de tus amados pajaritos con sus saltitos de minutero, de todos los colores y tamaños. Ah y, obviamente, los “bichitos” que tanto me gustan como esa araña del porte de mi zapato que se quedó –muy digna ella- mirándome fijo, preguntándose tal vez qué era esa “cosa” grande que interrumpía su camino. Hasta me encontré dos culebras, soberbias ellas, que me regalaron un vals exquisito. Todo lo cual me confirma que la naturaleza existe sin argumento alguno!

Dos horas deliciosas hasta que llegaron ellos: 25 o 30 alemanes que, al igual que tus pájaros, poseían todas las edades y tamaños (del metro ochenta para arriba, claro). Todos muy rubios, de ojos azules y luciendo un precioso color de jaiba recién cocida! Me enteré por su guía que el día anterior estuvieron en el litoral y, claro, se olvidaron del hoyo de ozono.

¡Qué gente sorprendente! Cinco jeeps todo terreno tracción en las 4 o 16 ruedas, antenas, focos, foquitos, GPS, filmadoras, cámaras de todos los tamaños y formatos, mochilas, mochilitas y mochilotas y por supuesto los infaltables celulares con todo tipo de ruiditos zip, zap, tut-tut. Todos muy amables y sonrientes, y muchos “wunderschon, wunderschon” gritados a todo pulmón (para tu información la palabrita viene a querer decir “milagrosamente bonito”).

Comprenderás que rápidamente levanté mi humanidad antes de que me confundieran con parte del “very tropical place” para, una vez más, seguir subiendo la montaña. No había recorrido mucho y, oh sorpresa, ahí estaba él. Él, en medio del camino, botines a lo Rambo, un traje verde impecable, una pierna a medio metro de la otra y ambas con la misión de sostener un robusto torso. En resumen un “orangu” (ya sé que te agarras la cabeza cada vez que invento una nueva palabra, pero reconoce que esta es justísima) y además tostado al sol cordillerano. Ah, y su “manita” marcando un rotundo stop…

- ¿Dónde cree que va, mi dama?
- Es que yo….es que el silencio….es que la tranquilidad
- Documentos por favor, mi dama.

Papeles en mano (revisión técnica incluida), procede con paso marcial a ir hacia atrás. Verifica la patente (era más fácil mirar por adelante, pero en fin) y vuelve. Luego me dice, con cara de lástima:

- Su auto es pa´carretera, mi dama. Estos autos de “narco” (¡plop!) no suben por aquí. Necesita doble tracción. ¿Y, por lo menos, tiene celular por si se queda tirada?

Un tembleque “no” de mi parte es todo lo que obtiene por respuesta.

- ¿Ve, mi dama? No puede ni siquiera “conectarse” (en mi época se conectaba la lavadora y la radio a los enchufes)

Y luego, con mirada conmiserativa agrega:

- No queremos un accidente ¿cierto?

Como sé que con nuestra policía no hay coima que valga y a mis 60 años intentar seducir me costaría un parte (¡!), me dispuse a recular. Te confieso que con la más profunda de las envidias vi pasar a los “ojiazules” en sus super jeeps haciendo señas de despedida. Sólo me consoló y me llenó de orgullo saber que la montaña se mostraría con toda su nobleza y majestuosidad. Ellos tienen que cruzar el mundo para verla. Yo, cada vez que quiera.

Miré la montaña por última vez y le pedí permiso para darle la espalda (te sonará loco, pero juraría que me hizo un guiño). Y por si fueran pocos los regalos recibidos, una libélula turquesa pegada al tablero me acompañó hasta el poblado…

He querido contarte mi pequeña aventura quizás con la secreta esperanza de despertar tu nostalgia y así convenzas a tu “sascuash” de que se den una vueltecita por acá; tiéntalo con la posibilidad de saborear una tortilla de rescoldo humeante o una orgullosa empanada. Sólo te pido que no permitas que nada caiga en la bastilla del olvido.

Que tu sonrisa sea siempre tu escudo.

Rebeca

15 comentarios:

  1. Rebe:
    Sabés qué? Me vino un pensamiento "Telúrico", como dirías vos.(Aunque por aquí la tierra no se mueve, se mueve la guita que viaja ansiosa de mano en amno, con la angustia loca de no saber quién se la va a morfar").
    Vuelvo ché a lo del pensamiento. Mirá, descubrí algo: Los poros de la piel a veces se llenan de lágrimas o de carcajadas, es la forma que tenemos las baratas de ser libres.
    Lo trite de esto, es que algunos solo ven esto como cambios de textura o de color.
    Entonces surge la pregunta.¿ Como hacés Rebe querida para mirar la piel de otros, como la de los germanos esos?.
    Con la magia, de seguro. Eso de que ustedes tengan montes que cambian de colores, me parece bárbaro. Como vos sabes, acá con suerte hojas de libreros viejos se mueven.
    No parés de viajar aunque sea en el Avispón ché.
    Pd:Vení luego a Capital, a delirar unos cafecitos con facturas.Eso de llenar el tiempo con charlas delirantes con vos, se extraña Rebe

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  2. Ay Rebeca, me desperté silenciosa como casi todos los días y me fuí al viejo balconcito a mirar.Mientras masticaba esta nueva soledad, vi como dos pajaros volaban acompasados, haciendo un juego de giños diligente, pero calmo.Pensé en la magia de la seducción y les seguí con la vista, lenta, para no romper el silencio.Luego de unos minutos, segundos, uno de ellos se fijó en una rama y bajó, abandonandola. La ví a ella volar,sin retroceder,Parecía no botar ni una una lágrima, y pensé en nuestra conversación de anteayer, en tu salita, con un café con sabor a cobre.
    Quizás tengas razón. Esta, mi soledad, es dolorosa porque no es libre. No se permite buscar el silencio, como lo haces tu.
    Esta soledad,no es nueva. Tantos abrazos perdidos ente las lágrimas, esperándo a alguién que no aparece.
    Será la melancolía eterna?
    Gracias por tu apoyo.
    Liliana

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  3. Que ganas de agarrar moto y partir a la montaña... Gracias, Rebeca por recordarnos las pequeñas grandes cosas de las grandes cosas y recordarnos que la sístole y la diástole valen tanto la pena como la pena misma...

    Gracias!

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  4. Estimada Rebeca: desde otro continente alguien se refleja en tu propio ser, con los dolores de su alma, temores y sueños, que envuelven su alma. Una sensación de bienestar se apodera de mi cuerpo, quizás, gastado por el tiempo. Pero firmemente, sublimemente, ensimismado en recuerdos, vivencias y anhelos a una edad en retirada, donde la efervescencia que fluye de su cuerpo, supera sus propios sentimientos. Ver y comprobar que a tus años, MUJER, vuelas por las montañas, cumbres de altos vuelos; agrada a quien a sus 67 años, trata de superar la barrera de los sueños, sus sueños. Es gratificante que en este mundo sigan apareciendo los: Gnomos, Dilfos, Las Hadas, Los Duendes, Las Ondinas... Para tratar de paliar la incongruencia de los seres humanos, perdidos, sin rumbo. Me has espoleado amiga mía... me has tocado este corazón cansado de tanta lucha valdía. Como una sandía te has introducido en mi corazón, con corte seguro, he podido saborear tu sonrisa sincera. Gracias por poder paladear el jugoso néctar que he descubierto en tu interior.
    Antonio

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  5. Que importante que alguien nos recuerde las pequeñas y grandes cosas que nos rodean y que en el día día están ahí...pero que para los "ajetreados" como nosotros son invisibles.
    Y que increible como somos los "chilenos" depende de lo que tenemos parece ser que es lo que somos: Auto de Narco = NARCO!!! así que mejor invita a alguna de tus amistades con 4x4 para que llegues a la punta del cerro y desde allí nos cuentes que ves, pero al NARCO no lo dejes nunca es parte de tu identidad REBECA!!
    Besos y gracias por estos lindos momentos de lectura...

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  6. Cara Rebeca:
    Perché viaggiare sola alla montagna?
    Malinconia senza me?
    Un bacio
    Gio

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  7. Ché Rebe:
    ¡¡¡¡Que caradura el tano.!!!!
    Viste, yo te lo advertí. Ese anda sobrepasado de revolución hormonal con vos.
    Mirà que ponerse en primera persona, cuando vos convocás con tu epístola a tanto juego.
    Será porque vos no le das bolilla?.
    Andá, veníte una vueltita para charlar, caminado por Corrientes

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  8. Me parece increíble, que la vida me haya dado la posibilidad de conocerte...y hoy puedo darme cuenta que quien sabe esperar recibe lo inesperado....Cuando te voy a ver me irradias una paz increíble, uno puedo llegar con muchas cosas en la mente que le aquejan, pero tú con tan sólo mirarnos nos calmas. Estas líneas que haz escrito, me parecen maravillosas...en estos tiempos y en la época que yo he nacido (como dices tú)...es un mundo de locos, pasan tan rápidos los días, que no nos damos de lo maravilloso que es la vida y los pequeños detalles que son los que marcan la diferencia, y en nostros está parar, detenernos porque esta es la vida que tenemos que disfrutar....si existe otra...no sabemos cómo es...
    y cómo dice un amigo...tanti baci per te...

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  9. BRUGILDA, ME PARECE INCREIBLE, Y NO SE SI ES ASI, QUE NO HAYAS ESCRITO A LO LARGO DE TODA TU VIDA Y ADEMAS PUBLICARLO. NO NOS CONOCEMOS MAYORMENTE PERO DE LO POCO PUEDO APRECIAR QUE AUNQUE VIEJAS NECESITAMOS CARICIAS PARA RONRONEAR. Y COMO ALGUIEN DIJO, SOLO CON EL CORAZON SE PUEDE VER CORRECTAMENTE, LO ESENCIAL ES INVISIBLE PARA EL OJO, UN ABRAZO

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  10. Bruja querida: Sentada frente al mar(estoy de vacaciones), leo tus cartas - historias - cuentos - aventuras o como le quieras llamar, y me rìo y lloro.
    Te imagino y con ello me veo a mi misma, desconcertada con lo poco que surten efecto en nuestros hijos los consejos(en tu caso a travès de cartas),que tan amorosamente les damos. Siento màs bien que es una forma de transmitir que ... "si no te lo dice tu madre, que siempre querrà lo mejor para tì, quièn te lo va a decir". Bueno, pero tranquiliza el cumplir con el "deber" de madre.

    Te imagino en tu Honda negro tratando de "escalar" y tu frustraciòn por no haberlo conseguido y sòlo porque no te dejaron intentarlo.¡què rabia!...aunque còmo habrìa sido el numerito, contigo perdida enterrada en la tierra y sin celular. Y què tal que apareciera en el diario "anciana perdida en paseo solitario por San Josè de Maipo". Eso habrìa sido ùltimo de vergonzoso. Mucho mejor entonces la frustraciòn que te produjo el Orangu, quien te tratò cortèsmente de "mi dama".
    Un abrazote .... Nelly

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  11. Escritura de mina para minas ...... pero lo encontrè super entrete ..... mejor que ver la tele con cahuines de famosillos ...... me gustò la descripción de la montaña, siga adelante, tiene estilo y esencia. Se lo dice un lector de cosas raras.

    Chito Refourcade

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  12. Cara Rebeca:
    Come sapete, Io non sono di facile parlare la lingua spagnola, e parla meno e "Argentino", ma...........
    IL TUO AMICO SARÂ GELOSO?
    Un Bacioooooooooooooooooooo per sempre
    Gio

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  13. Che Rebe:
    Re fallute el tano este. Que sabe de mi?
    Nada, parece que se fue en curda, no?
    Vos, vos seguí con tus viajes y descripciones de lugares , como hacíamos todo el grupo en el barrio latino, por allí como el 68, en París, compartiendo con Nicola, Andrea y tantos otros.
    No parés de volar Rebe

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  14. Das Leben ist wunderschön!

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  15. que placer indescriptible el compartir tus anecdotas aunque sea leyendolas,
    al oirlas la risa es mas sonora y con mayor lujurioso encanto......
    gracias por este blog que permite saber de tu vida repleta de optimismo y alegria amiga querida,
    te quiero muchisimo ,
    espero vernos demasiado pronto.....
    sonia

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